La Sociedad Colombófila de la Havana

La Sociedad Colombófila de la Habana

 Hace mas de un siglo surgió la Sociedad Colombófila de la Habana, que ha recorrido un largo camino en el que el entusiasmo de sus miembros ha salvado no pocos escollos y dificultades. Según se cuenta, las primeras mensajeras en la Habana fueron propiedad del doctor Rafael Chaguaceda y Robelin, de los acaudalados señores Mendoza y Francisco Sierra y del periodista Carlos Varela Zequeira, quienes pueden considerarse los precursores del deporte alado en Cuba en los años 90 del siglo XIX. Aquellas mensajeras eran denominadas “francesas” porque la mayoría procedía de ese país, aunque el señor Ramón Mendoza adquirió algunas del famoso criador norteamericano T.P. Green, entonces en su más brillante temporada.Sociedad Colombófila de la Habana

En esa fecha ya existían palomas mensajeras en otras partes de nuestra Isla y sirvieron a los mambises como medio de comunicación durante la guerra del 95, hecho recogido por el español Salvador Castelló y Carreras en su obra Colombofilia. Estudio complejo de la paloma mensajera, que atestigua que el general Antonio Maceo y Grajales utilizó, como medio de enlace, palomas mensajeras para romper el cerco de los españoles durante la invasión a occidente.

Estas palomas, por diversos medios, poblaron múltiples palomares y difundieron la afición entre los habaneros, quienes mucho simpatizaban con las nobles aves. No hubo vuelos a distancia ni organizaciones colombófilas antes de la ultima guerra por la independencia (1895); solo se citan unos ensayos practicados por el señor Aquiles Solano, que enviaba mensajeras en vapores costeros que hacían  la travesía por la costa norte de la Isla, pero se desconoce la mayor distancia recorrida y otros detalles.

Con la llegada a Cuba del terrible general español Valeriano Weyler Nicolau, las palomas mensajeras fueron objeto de persecuciones, salvo que llenaran sus dueños ciertos requisitos que pocos quisieron aceptar, por estimarlos vejaminosos; las mensajeras fueron dispersadas o muy escondidas, y casi se extinguieron en este periodo.OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Terminada la guerra contra España, como la semilla colombófila estaba sembrada en buen terreno, fructificó y comenzaron de nuevo a verse sobre los techos de las antiguas casas habaneras nuevos palomares, y muchos de los antiguos se reorganizaron. Un adolescente de 15 años, Oscar Sánchez Víctores, tuvo la brillante idea de invitar a todas las personas que simpatizaban con las mensajeras a concurrir el 15 de septiembre de 1900 a una reunión en su casa, sita en Campanario 40; allí les expuso su propósito de constituir una sociedad igual a las que existían en otros países párale fomento del deporte colombófilo. Su iniciativa tuvo una buena acogida, y gracias al entusiasmo y esfuerzo desplegados, constituyó al fin una hermosa  realidad: la Sociedad Colombófila de La Habana, con catorce fundadores.

En sus primeros años hubo momentos en que nada más existió nominalmente, y solo gracias al amor de unos pocos pudo llegar a tiempos mejores. El primer concurso disputado fue a una distancia de 178 Km. desde la ciudad de Pinar del Río; se efectuó el 15 de abril de 1901, y se utilizaron canastas de lavanderas como cesta de viajes. El primer premio lo recibió la paloma numero 103 E.C.P.  del colombófilo Emilio Tovar, que recorrió la distancia en 5 horas y 19 minutos.DSCN2569

Resulta muy interesante la forma en que se realizaban las comprobaciones en aquellos primeros concursos. Se designaba una comisión que debía estar en un lugar escogido a horas acordadas. Los contendientes tenían que enviar inmediatamente el anillo de comprobación a la comisión, y se les descontaba un tiempo por el itinerario desde su casa al lugar en que se encontraba esta comisión. Los colombófilos utilizaban coches, bicicletas o simplemente muchachos corredores; se dio el caso de llegar dos o tres juntos, con el escándalo consiguiente para asegurar primero la comprobación, y hasta hubo incidentes en los que intervino la policía por haber sido atropellado un transeúnte por los portadores de los anillos. Los premios se adjudicaban a quien tuviera mejor hora en las distancias, y después de concluido el concurso, en el lugar de reunión  (el Prado habanero) comenzaban las discusiones sobre los méritos de tales o más cuales palomas.

DSCN2569 - copiaEl 23 de abril de 1907 tuvo lugar un episodio memorable: un concurso desde la ciudad de Santiago de Cuba a una distancia de 760 Km. La sociedad entró entonces en un periodo de auge que llego en 1911 a una etapa de esplendor, por los muchos colombófilos nuevos y las palomas importadas de Bélgica, pero aquel esplendor fue seguido por un fuerte slump,  y llegó casi a paralizarse el deporte 3 años mas tarde, hasta la importación de las inmejorables Durieux, que inyectaron gloriosa sangre en casi todos los palomares cubanos. Este merito corresponde al doctor Manuel Viera Montes de Oca, quien por su buena amistad con Albert Durieux, director del periódico colombófilo belga Le Martinet, hizo  que este seleccionara 6 pares de los mejores palomares, que resultaron ser de los señores Arturo Marshal de Bierset y Jules Janssens de  Shaerbeek A estos ejemplares se le atribuyen los notables éxitos alcanzados por las palomas cubanas en todos los tiempos. La importación fue expedida por Albert Durieux el 26 de mayo de 1914, en plena 1ª guerra Mundial.

retrato del Dr. Victor Pérez LerenaEl desarrollo y gran auge de la colombofilia en Cuba se deben a valiosos elementos que a partir de 1920 engrosaron las filas de nuestra sociedad; se despertó entre todos una noble emulación, se importaron ejemplares ,se realizó una adecuada selección y mejoró el rendimiento en concursos. Es justo además consignar la no igualada constancia de los ya fallecidos doctor Gustavo García Montes, doctor Víctor M. Pérez  Lerena  y el señor Omelio García Pila, cuyas pacientes actividades personales durante años a favor de nuestro deporte han redundado notablemente en los éxitos alcanzados por las palomas mensajeras cubanas de hoy. Por iniciativa del doctor Luis E. Borges Alduncin se fundó en julio de 1966 la Federación Colombófila de Cuba. 

La vida de la Sociedad Colombófila de La Habana es el resultado del entusiasmo de jóvenes de la actual generación, que le han brindado sin reservas el inapreciable tesoro de su inteligencia, abierta a la investigación y dotada de una  fe inquebrantable en el éxito de sus gestiones en pro del perfeccionamiento de nuestro deporte en la Isla.